CAMINO, una constante en todo peregrino, es la idea generadora del proyecto.
Todo camino es una vivencia, son experiencias que toda persona vive y que se basa en avanzar con uno o varios o propósitos por un lugar conocido o desconocido y que nos dejan una mayor o menor huella en nuestro desarrollo personal.
Camino, es movimiento, consiste en recorrer, en descubrir nuevos lugares, personas y conocimientos que muchas veces pueden sorprendernos.
Este sentido de camino es el aplicado al proyecto de Magdala Center.
Magdala Center pretende ser un lugar de encuentro tanto de personas, de conocimientos como con uno mismo. Y no debe ser una meta en si misma, sino que es una parada en el camino que cada uno se ha establecido. Se plantea como una estación de bombeo para los visitantes que buscan algo especial en Tierra Santa.
Para conseguir esto los tres programas que se plantean para el centro deben estar unidos, que no implica un contacto físico directo entre sus contenedores.
Lo que unifica la Basílica, el Centro de Investigación y la Residencia es una trama ortogonal sobre la que se organizan las distintas piezas que conforman el proyecto de tal forma que su direccionalidad hace parecer que descienden del monte Arbel. Un total de unas 50 piezas que varían tanto en forma como en tamaño dependiendo de su contenido y su localización.
El resultado de emplear tal cantidad de piezas es que surgen una serie de espacios exteriores tanto plazas como caminos entre lo que destacan dos principales que recorren el terreno de forma longitudinal y otros tres que lo recorren de forma transversal.
Así se proponen una variedad de recorridos con distintas cualidades generados mediante la situación de lo edificado y por consecuencia el programa se une a través de espacios abierto.
Los vacíos son lo importante frente a los llenos en cuanto que en ellos se refleja la idea generadora CAMINO y que provocan espacios de encuentro, de reflexión y de entretenimiento.
La situación de los tres programas diferentes se ha buscado en las relaciones que se producen con elementos existentes en la parcela. Así el Centro de Interpretación se sitúa cerca de las ruinas para que haya una relación directa entre lo que explica y lo explicado, una sinagoga del siglo I y toda la historia que la rodea. La Basílica se encuentra en la zona mas al este del proyecto de tal forma que pueda mantener una relación con el sol naciente que tiene un gran significado en la religión cristiana. Y la Residencia se extiende a lo largo del solar de tal forma que se relaciona con el acceso, con el Centro de Interpretación, con la Basílica y con la Naturaleza que se extiende hacia el mar de Galilea.
La materialidad del proyecto también se basa en una invitación a ser recorrido. Así los paramentos que se encuentran en la dirección longitudinal, es decir los que dan al este y al oeste, son totalmente opacos de tal forma que se crea, en unión con la cubierta una C boca abajo. Y es mas la piedra de revestimiento tiene un despiece en unas líneas horizontales de tal forma que esas líneas que se escapan por los lados de los muros opacos inciten a seguirlas y dar la vuelta a la esquina para descubrir que hay en el interior de las piezas.
La intención es querer recorrer el espacio, querer descubrirlo y encontrar nuevos rincones.
PANELES
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